viernes, 13 de abril de 2012

Datos para la (des)esperanza


En los últimos días me ha dado por repasar algunos datos que tienen que ver con la economía canaria. He intentado buscar motivos para la esperanza a medio y largo plazo. Me he querido convencer de que hay trazas de que la situación va a mejorar. Pero no nos engañemos. Mi plan ha sido un fracaso.

Partamos de la base de que no soy especialista en economía: solo soy periodista. Me he limitado a mirar un buen número de tablas y a poner éstas en relación con el actual contexto político y social. Y sobre todo con el escenario que se presenta en los próximos meses en España y en Europa. El resultado no es muy novedoso, pero puede que ayude al lector a entender algo más qué pasa con Canarias.

Vamos allá.

Hace ya cuatro años que empezó la crisis económica. Concretamente lo hizo (a nivel mundial) en el año 2008. Podría desgranar los motivos por los que colapsa el sistema. Pero como no es objeto de este post, les remitiré a este vídeo de un  fenomenal dibujante y animador catalán que ha resumido el estallido de la burbuja española de una forma inmejorable y divertida.

**Nota para el lector: no se olvide de regresar luego al blog, por favor. Queda mucho por contar

Sigamos.

Cuando empieza la crisis económica Paulino Rivero (CC) llevaba un año como presidente del Gobierno de Canarias. Lo era en virtud de un pacto con el Partido Popular,  motivo por el que el vicepresidente autonómico era José Manuel Soria (actual ministro de Industria). Ahora ya no se llevan tan bien como antes, pero lo cierto es que en el primer momento, el del estallido de la crisis, ambos eran los responsables de tomar las decisiones pertinentes para capear la tormenta que se les venía encima.

(Y José Luis Rodríguez Zapatero a nivel nacional. Aunque por entonces él seguía empeñado en no querer ver esa tormenta, como reconocería años después)

Los primeros síntomas claros de debilidad en la economía canaria aparecen en el último trimestre de 2008. Valga el dato que arrojó entonces la Encuesta de Población Activa (que registra las personas en edad de trabajar que carecen de empleo). Las Islas habían destruido 40.600 puestos de trabajo respecto al mismo período de 2007.  Aún así, el dato con el que se cerraba ese año (2008) no era demasiado malo. Un 21,2 por ciento de paro y un total de 223.000 desempleados.

Digo que no era demasiado malo por simple comparación con la situación actual: Canarias cerró 2011 con una tasa del 30,93 por ciento y con 341.900 personas en busca de trabajo. Esto, para que nos hagamos una idea, significa a trazo gordo que una de cada tres personas en edad de trabajar que vive en el Archipiélago no puede hacerlo. Somos  el segundo territorio europeo con mayor tasa de paro. El primero es Reunión, un departamento francés de ultramar. Cosas de la distancia, podría pensar uno.

Otro dato que ayuda a entender el actual panorama es el relativo a los depósitos realizados en las entidades del Archipiélago por los residentes isleños. Según datos del Banco de España, éstos ascendían a una cuantía de 57.893 millones de euros en el tercer trimestre de 2009. Dos años más tarde se habían esfumado 4.000 millones (esos depósitos bajaron hasta los 53.894 millones de euros).

PRIMERAS REACCIONES

En 2009, y ante el oscuro futuro que se planteaba para Canarias, se pone en marcha el primer Pacto Social por la Economía y el Empleo. Su impulsor fue Paulino Rivero. Quizá haya quien recuerde cómo se promocionó la firma de aquel documento: fotos, comparecencias multitudinarias, firmas a varias bandas…El presidente dijo entonces que había que mantener el diálogo y consenso para generar confianza.

No se olviden de esta última parte, la del “consenso y la confianza”. Luego nos hará falta.

Ese mismo año también se puso en marcha una de esas actuaciones que a los periodistas no gusta denominar ‘medida estrella’, con la que el Gobierno de Canarias aseguró que serían contratadas ¡80.000 personas! en un plazo de ¡16! meses.  Aquí está lo que escribieron los periódicos por entonces.

Se trataba de bonificar la cuota de la Seguridad Social para todos aquellos contratos en los que fuera rescatada una persona que se encontrara en las listas del paro. Para los que hayan empezado a hacer cálculos, desde entonces han transcurrido no 16 meses, sino el doble, 32 meses. A juzgar por los datos que dimos al comienzo del texto, la medida no fue demasiado efectiva.

QUÉ OCURRE

Canarias padece de una forma tan intensa la crisis por la debilidad de su modelo productivo, centrado esencialmente en el turismo y la construcción.  Con la restricción del crédito la mayoría de las obras quebraron, llevándose por delante a miles de obreros. Lo mismo que en el resto de España pero a lo bestia, si se me permite la expresión.

Este dato es muy fácil de entender si atendemos a los datos del paro registrado (no de la EPA) del pasado mes de marzo. De las 283.699 personas censadas en las oficinas de empleo de Canarias, 52.000 procedían del sector de la construcción y 196.000 del sector servicios.

Con el paso de los años y la falta de incentivos por parte de los sucesivos ejecutivos autonómicos para la implantación de tejido industrial en las Islas, asociados por ejemplo a las energías renovables, este territorio ha ido sumiéndose es una dependencia absoluta del turismo y la construcción. Lamentablemente con el paso de los años hemos creado un modelo perverso, en el que confluye una baja educación y una nula diversificación de la economía.

Por si fuera poco, los años de bonanza de este modelo irreal en el que España (y Canarias) vivieron durante una década -desde aproximadamente 1996, con medidas como la liberalización del suelo promulgada por el gobierno de José María Aznar, entre otras-  provocaron una fuga importante de jóvenes que, llamados por el dinero fácil, fueron a trabajar a la obra o (también sin estar cualificados) al hotel, bar o terraza de turno.

Esto provocó una incidencia clara sobre la tasa de abandono escolar del Archipiélago. Por entender la situación: en 2008 era del 34,1 por ciento. Con la crisis, y el trabajo de las administraciones (pero sobre todo por la crisis), este dato se ha atenuado hasta el 30,4 por ciento en 2010. Al mismo tiempo, en el País Vasco la tasa era del 12,6 por ciento. Es decir, casi tres veces menor.

UN LARGO PEREGRINAR

Llevamos cuatro años de estancamiento de nuestra economía y nos encontramos ante un escenario más complicado, si cabe. Los recortes del Gobierno del Partido Popular junto con la falta de empuje de la economía nacional generarán entre 500.000 y 600.000 nuevos parados. Habrá que ver cuántos de ellos (nosotros, me incluyo) estarán registrados en las oficinas de empleo de las Islas.

Paralelamente las economías europeas, que en los últimos dos años daban síntomas de mejoría, parecen estar perdiendo fuerza. Eso tendrá claramente un impacto sobre Canarias, porque es probable que dejen de  llegar turistas al Archipiélago. 2011 fue uno de los mejores años de la historia para las Islas. Lo hicieron 12 millones de personas (aunque los empresarios del sector no parecieron darse cuenta, a juzgar por sus niveles de contratación).

Sin embargo, esta afluencia masiva –auspiciada entre otros motivos por la crisis de destinos turísticos del norte de África como Túnez o Egipto- no se producirá este año. A lo que hay que unir que otro de los grandes estímulos a la llegada de visitantes, las bonificaciones a las tasas aeroportuarias, han sido eliminadas por el rodillo en el que el Partido Popular ha convertido los Presupuestos Generales del Estado. Esas bonificaciones hacían que los precios de los billetes fuera más competitivos.

Y por fin llegamos a la semana que hoy acaba. Paulino Rivero, junto a su vicepresidente socialista, José Miguel Pérez (lo que son las cosas) vuelve a convocar a los agentes sociales en la sede de Presidencia de Gobierno para hablarles de su plan para combatir el desempleo en Canarias. ¿Cómo lo hará? Adivinen.


¿Y saben cuál será su objetivo?

Pues sí: “Buscar el consenso y generar confianza”.

(La que los canarios ya ni nos planteamos tener, añadiría yo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario